14.2.11

Una imagen, un olor, un sonido, nos traen una vivencia que sigue viva, latiendo. Va más allá de que uno quiera o no, ese recuerdo vuelve sin permiso, sin ser llamado. ¿Por qué algo que queremos sepultar, olvidar, se nos cuela por los sentidos y vuelve tan vivo como siempre? Porque algo nos dice, algo nos reclama. Algo late en esa imagen, en ese aroma, en esa música, algo nos susurra, es un tiempo perdido que vuelve para ser recuperado. Esas evocaciones, esos recuerdos súbitos son señales que nos sirven de guía, porque cuando escuchas una canción que te hace acordar a otra época y sentís nostalgia, quiere decir que algo de lo que vos eras quiere volver, quiere seguir vivo. Es un tiempo perdido que entra por los sentidos, que irrumpe de golpe, pasado que se hace presente porque no puede esperar más, un tiempo perdido que quiere renacer. Un tiempo perdido que quiere ser rencontrado. Cuando algo se nos hace presente una y otra vez señala algo simple, nunca se fue. Porque en nuestro corazón una canción no es canción, es deseo de amar. Pasado no es pasado, es tiempo perdido que quiere ser recobrado.


(Estar acá este día me trae millones de recuerdos. Estas presente en cada cosa, es verte en todas partes, todo el tiempo. Es recordar a cada momento el pasado y darme cuenta de todo lo que perdí, es tener muchas ganas de recuperar todo, porque pasado no es pasado…)

No hay comentarios: