Primero, que
tú has sido para mí lo más grande de este mundo,
yo que fui lo que tú digas pero que
hasta te regalo aquellas risas. Dos, que
alguna vez quisimos compartir el breve instante que es la vida. Y tres, que
hoy yo vivo en las ruinas de un silencio que va dejándome sin voz.
Lo que no entiendo es que ahora vengas otra vez a prometerme una vida entera, pero a tu manera ¿en qué momento de mi largo caminar perdimos eso? Verdad que soy difícil, pero
he sido para ti lo único profundo.
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